domingo, 6 de marzo de 2011

Abriendo nuestra propia tienda virtual ¿cuáles son sus necesidades?

Una vez que hayamos decidido poner en marcha nuestra tienda virtual, deberemos tener muy claro cuáles serán nuestros principales objetivos a corto, medio y largo plazo.
Paralelamente, deberemos decidir cuánto dinero habremos de invertir para satisfacer dichos objetivos. En este sentido, habremos de conocer los recursos económicos de los que disponemos antes de definir nuestra táctica empresarial, ya que la puesta en marcha de cualquier negocio, incluidas las tiendas virtuales online, precisa de grandes dosis de realismo.
Todo cuesta dinero
Vender por Internet es mucho más barato que hacerlo en comercios tradicionales, de eso no cabe ninguna duda. No obstante, la puesta en marcha de nuestro negocio nos costará dinero, por lo que debemos calcular minuciosamente la cantidad inicial de la que disponemos y la financiación mensual con la que contaremos.
Una vez que conozcamos estas cifras, habremos de calcular los costes a los que nos enfrentaremos durante nuestros primeros meses como emprendedores virtuales y, en función de ellos, deberemos definir nuestra estrategia empresarial.
Gastos a tener en cuenta
Al crear nuestra tienda virtual debemos tener en cuenta los gastos que a continuación enumeramos y que resultan imprescindibles para poner en marcha un comercio online:

  1. Equipación: Si las tiendas tradicionales precisaban de un local y unas estanterías, nosotros habremos de contar, como mínimo, con un buen ordenador, un módem y el mobiliario necesario para su instalación. Asimismo, puede que precisemos de una nueva línea telefónica de acceso a Internet más potente y de los programas informáticos con los que después trabajaremos.
  2. Acceso a la Red: También hay que tener en cuenta las tarifas mensuales de nuestra conexión a la red telefónica y a nuestro proveedor de servicios de Internet (ISP).
  3. Presencia en Internet: Debemos prever cuánto nos costará configurar nuestro escaparate virtual y qué recursos podemos destinar a la elaboración de su diseño y a su mantenimiento. Este apartado también incluye el dinero que nos costará publicar anuncios en otras páginas web, en caso de que lo consideremos necesario.
  4. Salarios o tarifas: A no ser que usted posea amplios conocimientos informáticos, tendrá que contar con algún empleado que se encargue del diseño y el mantenimiento de su tienda virtual o deberá contratar estos servicios a una empresa externa.

Todo atado y bien atado
Una vez que tengamos claros los gastos fijos a los que habrá de hacer frente nuestro negocio, nos será mucho más fácil calcular cuándo empezaremos a recoger beneficios.
En este sentido, una planificación acertada permite conocer paso a paso cuánto nos cuesta nuestra tienda virtual, por lo que nos será mucho más sencillo medir sus resultados reales.